Las leyes de pensiones en México son un tema de gran relevancia para los trabajadores y empleadores del país. Dos de las leyes más conocidas y discutidas en este contexto son la Ley 97 y la Ley 73 de Pensiones. Ambas leyes están diseñadas para garantizar la jubilación y el bienestar económico de los trabajadores mexicanos, pero tienen diferencias significativas en términos de quiénes están cubiertos y cómo funcionan.
Ley 97 de Pensiones
La Ley 97 de Pensiones, formalmente conocida como la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), se aplica a los trabajadores del sector público en México, incluyendo empleados federales, estatales y municipales. Esta ley establece un sistema de seguridad social y pensiones para los empleados del gobierno mexicano.
Principales características de la Ley 97:
Reparto de pensiones: La Ley 97 opera bajo un sistema de reparto, donde los trabajadores activos financian las pensiones de los jubilados. Esto significa que los empleados actuales contribuyen a un fondo común que se utiliza para pagar las pensiones de quienes se jubilan.
Requisitos de jubilación: Para tener derecho a una pensión bajo la Ley 97, los trabajadores deben cumplir con ciertos requisitos de edad y tiempo de servicio. Los requisitos varían según el tipo de empleado y la fecha de ingreso al sistema.
Cálculo de pensiones: La pensión se calcula en función del salario base y los años de servicio. Los empleados pueden recibir una pensión completa o proporcional, dependiendo de su tiempo de servicio.
Pensión vitalicia: La Ley 97 garantiza a los jubilados una pensión vitalicia, lo que significa que recibirán pagos mensuales durante el resto de sus vidas.
Ley 73 de Pensiones
La Ley 73 de Pensiones, por otro lado, es la ley que rige los sistemas de pensiones en el sector privado de México. A través de esta ley, se establecen las reglas para las pensiones de los trabajadores en empresas privadas.
Principales características de la Ley 73:
Cuentas individuales: A diferencia de la Ley 97, la Ley 73 se basa en un sistema de cuentas individuales. Cada trabajador tiene una cuenta de ahorro para su jubilación, a la que tanto el empleado como el empleador contribuyen.
Administradoras de fondos para el retiro (AFOREs): Las AFOREs son instituciones financieras que gestionan las cuentas de ahorro de los trabajadores. Los empleados pueden elegir una AFORE y decidir cómo invertir sus ahorros.
Portabilidad: Los trabajadores pueden cambiar de AFORE si así lo desean. Esto les permite tener cierto control sobre la inversión de sus ahorros para la jubilación.
Jubilación por cuenta individual: La pensión en la Ley 73 se basa en el saldo acumulado en la cuenta individual del trabajador. La jubilación no es necesariamente una pensión vitalicia, ya que depende de los ahorros acumulados y las decisiones de inversión.
En resumen, las leyes 97 y 73 de pensiones en México son dos sistemas de seguridad social diseñados para proporcionar pensiones a los trabajadores del sector público y privado, respectivamente. Cada una tiene sus propias características y requisitos, y es esencial que los trabajadores comprendan cómo funcionan para planificar adecuadamente su jubilación.
